La Madre Teresa de Calcuta, tenía un pensamiento profundo sobre la solidaridad, que fue centro en su vida. La inspiró para una tarea de dedicaciòn y devoción hacia los que menos tenían: los pobres, los enfermos, los débiles de espíritu, que quizá se habían entregado, recibieron sus cuidados, su alegría y su corazón.
Ella ha dicho: "que el amor duele.Y solo cuando ello es así, podrá el hombre sentirse pleno".
Su función en este mundo, su conducta, su revolución a través del amor y el querer ver lo que sucedía con los más débiles y vulnerables, marco su época e inspiró un nuevo Pensamiento.
Tuvo seguidores y también detractores.
Líder del amor. Mujer caprichosa decían otros. Aún así, con sus virtudes y quizá algunos defecto, libró una cruzada de fe y amor.
Toda la vida y el trabajo de Madre Teresa fue un testimonio de la alegría de amar, de la grandeza y de la dignidad de cada persona humana, del valor de las cosas pequeñas hechas con fidelidad y amor, y del valor incomparable de la amistad con Dios.
"No puedo parar de trabajar. Tendré toda la eternidad para descansar", a pesar de los cada vez más graves problemas de salud, Madre Teresa continuó dirigiendo su Instituto y respondiendo a las necesidades de los pobres y de la Iglesia.
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